Hasta fines del año 1982, un grupo reducido de Fonoaudiólogas, formaban parte del CAM (Centro de Auxiliares de la Medicina) juntamente con Fisioterapeutas, Kinesiólogos y Terapistas Ocupacionales.
A partir de entonces, ocho socias, deciden reunirse para expresar su voluntad de escindir la Especialidad del CAM y constituir una nueva asociación profesional a la que se designó “Colegio de Fonoaudiólogos”.
Una vez concretadas las gestiones legales correspondientes, el Colegio inicia su actividad como Institución que nuclea exclusivamente a Fonoaudiólogos, el 5 de Mayo de 1983, contando con su Estatuto y Autoridades correspondiente.
Coincidentemente con la llegada de la democracia en nuestro país, el Colegio se abre camino, como institución joven y llena de proyectos ( la sede propia era uno de ellos) y orienta sus esfuerzos a ir logrando poco a poco la mejor manera de organizar y administrar la institución. Surge así la necesidad de contar con una Ley de Colegiación que permita ejercer el control de la matrícula, ejercer el poder disciplinario sobre sus asociados,combatir el ejercicio ilegal de la profesión, mejorar las condiciones laborales, promover el perfeccionamiento e investigación, garantizar el acceso al trabajo a todos los asociados, administrar los fondos del Colegio de Fonoaudiólogos, entre otros.
La Ley de Colegiación se hace efectiva el 19 de marzo de 1987 y pasa a llamarse COLEGIO DE FONOAUDIOLOGOS DE CATAMARCA
Las solicitudes de inscripción de nuevos socios iban en aumento y así la matrícula fue creciendo rápidamente, tanto, como algunos inconvenientes respecto de los títulos (Terciarios y Universitarios)
Hubo que enfrentar situaciones legales y enfrentamientos para lograr que solo formaran parte del colegio, los profesionales con título universitario. Esta situación fue respaldada por la FACAF (Federación Argentina de Colegios y Asociaciones de Fonoaudiología) entidad de la que el Colegio formaba parte y con cuyo aval, se promovió el acceso al nivel universitario de los profesionales Fonoaudiólogos de Catamarca. A través del Colegio, se lograron permisos, licencias especiales y acompañamiento para alcanzar esta meta.
Los temas urgentes que atender, no permitían gestionar con la intensidad y constancia suficiente la sede propia. Siempre fue una asignatura pendiente. Históricamente, se fue adoptando como sede los domicilios particulares y consultorios de las socias que ocasionalmente se desempañaban en la Comisión Directiva, con las incomodidades y dificultades que eso conlleva.
A partir de un momento, cuando se pudo hacer frente a un alquiler, se optó por espacios muy sencillos y modestos, que permitieran concentrar toda la documentación en un solo lugar, llevar a cabo reuniones y realizar la Tomar Juramento a las nuevas socias y disponer de una oficina para un empleado administrativo. De esta manera, hubo muchos lugares, pero nunca el espacio propio.
Hoy la institución cuenta con 99 socios en toda la provincia, de los cuales 56 se desempeñan en la capital. Tiene a su cargo Personal de Limpieza, Personal Administrativo, Personal Contable, Asesor Contable y Asesor Legal.
La Ley de Colegiación ha sido modificada tendiendo a priorizar los títulos universitarios, el control de la matrícula y el ejercicio ilegal de la profesión.
Administra los ingresos y gestiona el cobro de honorarios de los socios a través de las obras Sociales. Actualmente se desempeña en Sarmiento 1012 de nuestra Capital.